Petitorio para hacer una placa homenaje a la banda el Reloj, en la Plaza del Cañón

                              

Los firmantes, músicos, comunicadores y público en general, ligados a la banda El Reloj, nos dirigimos a Ud, y por su intermedio a quien corresponda, con la intención de proponer un reconocimiento a este grupo musical pionero de nuestro rock nacional y especialmente del rock del oeste.                               El Reloj lleva ya 50 años sembrando buena música, poesía y abriendo caminos en algo que al principio parecía utópico: hacer un rock nuestro, en nuestro idioma, con un sonido identitario y que hable de nuestras vivencias. Cosa que logró con creces, a puro trabajo, esfuerzo y dedicación, muchas veces a contramano de las demandas del mercado.                               Actualmente, la banda funciona con dos de sus miembros originales, Eduardo Frezza y Osvaldo Zabala junto a otros músicos jóvenes y manteniendo la misma esencia. Entre sus seguidores, nos encontramos con jóvenes de distintas generaciones; los que están desde el primer momento y vieron nacer a la banda en Lomas del Mirador y los más jóvenes que encuentran en el buen rock de El Reloj un vehículo para la expresión de sus sueños, sus deseos y su visión de la vida. Está claro que un grupo de rock nacional con una vida tan intensa y prolífica es mucho más que solo música. En este medio siglo de vida, mediante sus composiciones, sus discos, sus actuaciones en vivo, esta banda generó valiosos aportes a nuestra cultura y nuestra identidad.                              El Reloj se formó en el año 1971 en Lomas del Mirador. Surgió en un primer momento a partir del vínculo entre Eduardo Frezza (bajo) y Fernando Willy Gardi (guitarra), a quienes se unieron Juan Espósito (batería) y Luis Valenti (teclados) y poco tiempo después, Horacio Tucata Suárez (guitarra). Luego de su primera actuación en el cine Monumental, se incorporó Gregorio Goyo Felipes (guitarra), en reemplazo de Tucata Suárez. Un día antes de una presentación en el Teatro Olimpia, el recordado Goyo Felipes falleció al ser atropellado por un vehículo conducido por un policía alcoholizado. A pedido de la familia de Goyo, el recital se sostuvo con el ingreso de Osvaldo Blanco. (guitarra) en su lugar. Más tarde, Blanco deja su lugar a Osvaldo Zabala (guitarra) y así fue completada la formación más recordada de El Reloj, con la que llegó al primer disco simple, compuesta por primera y segunda guitarra, bajo, teclados y batería.                             Fue pionera en nuestro país y en Latinoamérica al ser la primera banda de hard rock, en lo que influyó a muchos otros grupos musicales y en incorporar la batería con doble bombo, ejecutada con la maestría del recordado Juan Espósito e incorporar un tercer guitarrista, Carlos Mira en 1975                            En 1973 ingresaron por primera vez a un estudio de grabación para sacar su primer simple que contenía dos joyas que hoy son verdaderos clásicos de nuestro rock nacional, "El mandato" y "Vuelve el día a reinar". A lo largo de su historia, pasaron por las filas de El Reloj instrumentistas y vocalistas como  Daniel Telis (Guitarra, fallecido), Claudio Marciello (Guitarra), Omar Díaz (Guitarra), Niko Takara (Guitarra, fallecido), Petty Guelache (Voz),Carlos Perigo (voz) Gustavo Mirande (Voz, fallecido), Jorge "Vikingo" Martínez (Voz), Roberto Fraticelli (voz), Daniel Carli (Bajo), Beto Ceriotti (Bajo), Jorge Gómez (Bajo) Rodolfo "Polaco" Riedel (Bajo, fallecido), Cristian Hubert (Teclados), Pablo Marciello (Teclados), Norberto Di Bella (Batería), Gustavo Cipriano (Voz), Junnior Sic Faraón (batería) y músicos distinguidos de la talla de Fabian Batan, Martín Bardaro, Oscar Pèrez Lozano, Pablo Marciello, Juan Manuel Agüero, Omar Piñeyro y Alejandro Olaf entre otros... Actualmente continúa actuando y creando con el nombre de Zabala – Frezza El Reloj, con la integración de Richard Arena (Teclados), Alan Left (Guitarra) y Maxi Zabala (Batería).                           Cada actuación de El Reloj fue y sigue siendo un verdadero encuentro y una fiesta que concita la concurrencia de cientos de jóvenes ávidos por compartir y disfrutar de la entrega de buena música, excelentemente interpretada en vivo como en estudios y poesía sabia y profunda. No hace falta insistir acá en los valores técnicos y artísticos destacados por otros músicos, periodistas especializados, arregladores y técnicos de grabación. No podemos dejar de mencionar la importancia cultural que tuvo El Reloj en la escena de la música nacional. El Reloj fue una semilla que sembró en muchísima gente el deseo de dedicarse la música y especialmente al Rock. Muchos de ellos terminaron entre los más reconocidos y destacados en la historia del Rock Argentino: Ricardo Iorio, V8 y sus ramificaciones y Oscar Mollo por nombrar algunos. A propósito de esto, hemos logrado compilar varios testimonios escritos y orales del impacto cultural de esta banda que podrán observar scaneando el código QR adjuntado al final de esta carta.                              Somos generaciones y generaciones “relojeras” que en cada etapa de nuestras vidas tenemos presente alguna canción o algún disco de esta legendaria banda del oeste, claramente incorporada a nuestra memoria sonora y que es factor fundamental de reconocimiento y encuentro en una verdadera fraternidad.                               Desde el inicio, un lugar importante de encuentro y reunión de los "chicos de El Reloj", como los llamaban los vecinos, fue la actualmente conocida como la “Plaza del Cañón”. Los integrantes fundadores vivían cerca o aledaños a la placita. En los primeros ‘70, aquellos terrenos eran un campito que fue loteándose hasta que se fue urbanizando alrededor de la plaza. Todos los integrantes de la banda eran del barrio y vivían allí. Ellos ensayaban a pocos metros de la “plaza del Cañón, en la casa de Valenti. Luego de los ensayos se juntaban en la placita a compartir charlas, sueños y a prolongar el encuentro. Lo que primero fue un punto de reunión de los miembros fundadores, luego fue incorporado por los jóvenes que se colaban a presenciar los ensayos y a los grupos de seguidores de la banda. Frente a la plaza ocurrió el accidente que se cobró la vida de Goyo Felipes, atropellado por un policía alcoholizado. Hoy, es un lugar icónico, símbolo de la identidad relojera y que une fuertes lazos con su arraigo barrial.                              Por lo relatado, los firmantes solicitamos a Ud cumpla con los sueños de miles, y tenga a bien la colocación de una placa en homenaje y reconocimiento a El Reloj en la plaza ubicada en el triángulo formado por las arterias Enrique Mosconi, Tomás Justo Villegas y Alvear. Sería un justo reconocimiento a este grupo de artistas, impulsores de un movimiento único en América Latina y que llevan cinco décadas creando y haciendo esa ofrenda necesaria como es la música que acompaña los momentos más sentidos de nuestras vidas.                              Desde ya muchas gracias, esperando su respuesta, saludamos atentamente

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